
Europa tuvo ayer una visión apocalíptica cuando una espesa nube de cenizas, lanzada por un volcán en erupción en el sur de Islandia, comenzó a extenderse progresivamente sobre el continente, cubrió el sol y provocó el peor caos aéreo desde la Segunda Guerra Mundial, con cientos de aeropuertos cerrados y millones de pasajeros varados. Por segunda vez en un mes, la fuerte erupción del miércoles de un volcán con varios cráteres, ubicado debajo del glaciar islandés Eyjafjallajokull, lanzó a la atmósfera una columna de cenizas de seis a 11 kilómetros de extensión, que se dirige hacia el sudeste de Europa. Las espectaculares imágenes del volcán en erupción muestran columnas de gases calientes que derritieron toneladas de hielo y lanzaron cascadas de lava y agua enloquecidas, que se precipitaron por las laderas del volcán. Los ríos de esa región, ubicada 120 kilómetros al este de Reikiavik, crecieron casi tres metros en pocas horas. A medida que la gigantesca nube de cenizas despedida por las entrañas de la Tierra comenzó a dirigirse hacia el sudeste del continente, Gran Bretaña, Irlanda, Suecia, Noruega, Finlandia, Holanda, Dinamarca y Bélgica fueron cerrando progresivamente sus espacios aéreos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario